Ha pasado mucha agua bajo el puente, y hoy sería más ajustado traducir aquella sigla, PV, más como "Perón vende" que como "Perón vuelve". Al menos es lo que permite deducir la tapa de este libro excelente del periodista de raza que es Rogelio García Lupo. Para el lector que pasa por una librería, Perón es la palabra que más se ve en la tapa. Pero esta recopilación de originales trabajos de investigación tiene más que ver con "su tiempo" que con Perón directamente. Dejando de lado, desde luego, algún artículo puntual, como "Los gobernadores de Perón".
Sin embargo el hilo que ata a los textos es la figura de Perón, ya sea en el fondo, o en la época en que aún le faltaba para llegar al poder definitivo, y después a la caída. Allí reside el rendimiento de la suma de las partes. Cuando se termina de leer, el libro ha retratado muy diversas puntas de ese período, centrado en los gobiernos originales de Perón, más que aquel que culminó con su muerte.
García Lupo tiene la capacidad de borrarse aparentemente en cuanto a la presencia de su propio yo. Tiene poco que ver con el "nuevo periodismo" de cierta época, o con las mezclas con lo literario que caracterizan a más de un nombre destacado del periodismo argentino. Lo suyo se acerca más a figuras como Homero Alsina Thevenet o Carlos María Gutiérrez. Cada uno de esos nombres parece cultivar la idea de "los datos, sólo los datos", pero presentan una personalidad tan definida como la de quienes ejercen giros o estructuras literarias.
Su aspiración no es pequeña: tomar la historia para hacer periodismo de investigación. Con calma, escueto y atento al detalle, despliega la logia secreta de los "militares radicales", en los años de Uriburu y su golpe; revuelve una vez más los planes supuestos de nazis para invadir América Latina; cuenta los proyectos de Perón de fabricar armas y aviones argentinos, o una flota ballenera; expone una disparatada aventura guerrillera, más bien virtual, de Argentina en Paraguay, en los años de Aramburu.
El tono objetivo está trufado de personajes inolvidables: el Dr. Perriaux, testaferro de grandes grupos económicos, hombre de "procesos", con ínfulas de intelectual "orteguista"; las "dos muertes" de Martín Borman; el coleccionista de arte Francisco Cambó y las piruetas que ejecutaron algunas de sus obras maestras.
La red entrecruzada de servicios secretos de distintos países alimenta e influye, oculta (y ahora develada), la red visible de la Historia. Un texto "a priori" de rendimiento dudoso, como las cartas cruzadas entre Victoria Ocampo y Roger Caillois, es uno de los mejores logros, con su nitidez de cuento clásico, y un remate maestro. Más que iluminar la historia real, como pretenden los historiadores, García Lupo consigue transmitir su intrincada complejidad, con sus tonos de comedia y de tragedia, y sus rincones en penumbras. l


Por: Elvio E. Gandolfo / REVISTA NOTICIAS.
http://www.noticias.uol.com.ar/edicion_1556/seccion_libros.htm