Quizás las tartas, por su practicidad, se han convertido en una comida clásica. Se cortan en porciones, contienen distintos rellenos sin dejar que se derramen y agregan a los ingredientes el exquisito toque de una masa de textura suave, que acompaña los diferentes sabores salados o dulces. Pero además de ayudarnos a ahorrar tiempo en la cocina o permitirnos llevarlas cómodamente para comer en la oficina o el picnic, las tartas y pasteles dulces o salados son un verdadero desafío de sabor y color. Las hay de todas clases. Grandes, pequeñas, esponjosas, crocantes, frías, calientes, heladas.