Una colección que desafía la oscuridad. Cada relato es un rostro nocturno, una sombra que se mueve en el rincón del ojo. Un libro que no solo se lee, sino que se siente. El terror se desliza por la columna vertebral, prometiendo noches en vela y un temor persistente a lo desconocido. Rostros de la noche es una invitación a explorar lo inexplicable, a enfrentar espectros del pasado y a cuestionar la realidad misma.