Bartolo sembró un cuaderno y, oh sorpresa, salió una planta de cuadernos. Cuando la planta creció, Bartolo comenzó a repartir cuadernos entre todos los chicos del barrio. Muy enojado, el vendedor de cuadernos pretendió arrebatarle su planta con la ayuda de la policía. Pero los chicos lo evitan y el vendedor tiene que huir.