Esta historia sucedió en el sur del sur, hace muchos años, en una isla de cuyo nombre no puedo acordarme. #¡Ah, no! #dijo el gigante Nóshtex al escuchar el rumor del viento#. ¿ Así que Elal va a ser más poderoso que yo? En la oscuridad de su caverna rugió como cien pumas juntos y salió a buscarlo con malas intenciones. Apenas un rato antes, Elal había abierto grande la boca para llorar como cualquier chico cuando nace. Pero no era cualquier chico: era el primero que nacía en la isla. ¡Y el viento corría diciendo que iba a ser el creador de los tehuelches!