Identificar las diferentes formas de gestión de conflictos. Identificar si el conflicto es susceptible de pasar por un proceso de mediación comunitario. Derivar a otros servicios de mediación específicos cuando la intervención así lo requiera. Analizar el proceso de mediación asegurando la comprensión del mismo por parte de las personas implicadas. Definir los modelos y técnicas a aplicar teniendo en cuenta la situación conflictiva a afrontar. Determinar la evolución de un proceso de mediación en función de las características de las partes implicadas.