La felicidad es un instinto que algunas personas llevan de serie en sus genes, pero otras tenemos que incorporarlo como los extras de un coche. Un instinto que nos impulsa a buscar y conseguir una vida buena y correcta.
Para ello necesitamos tres facultades que todos podemos tener y también aumentar: la fortaleza, que es seguro de seguridad, la fertilidad, que engendra la satisfacción, y la fortuna, que le hace cosquillas a la alegría. Con ellas podemos conseguir que la vida no nos resulte ni muy empinada ni muy abismal, que se parezca más a caminar por una playa lisa y placentera.
Si consigues que las tres facultades se alíen con tu vida, es difícil que no seas feliz, y si eres feliz, que importa el resto de las cosas.