Y aquí me permito distraer al lector con un excelente artículo periodístico que ayuda a comprender por qué razones una sociedad puede llegar a creer que es mejor ser gobernada por empresarios multimillonarios. La nota está firmada por el periodista y escritor Jorge Halperín y apareció publicada el 29 de marzo de 2019 en el matutino porteño Página 12, bajo el sugestivo título "Los ricos no necesitan coimear". El título hace referencia al escándalo que estalló en Estados Unidos cuando trascendió que padres millonarios pagaron coimas para que sus hijos ingresaran a las universidades de elite y a partir de ello hace un incisivo análisis y crítica a la idea de "meritocracia", la nueva creación del neoliberalismo para justificar la pobreza y para que los pobres sientan culpa de serlo y sigan creyendo que los ricos solo son ricos porque se lo merecen. La verdad
una genialidad
(Cristina Fernández de Kirchner; Sinceramente, p. 584-587).
Los textos de Jorge Halperín indagan sobre los debates de actualidad pero van mucho más allá de esa primera mirada. Desde hace años, viene observando el manejo de la mentira como materia prima de la información en los medios dominantes, cómo se moldea el sentido común, cómo se instalan y refuerzan prejuicios. La ideología y las creencias determinan los criterios de lo verdadero y lo falso, sintetizó en una de sus contratapas en Página 12.
El recorrido por esos relatos compilados en El fin de la obediencia interpela al lector sobre los conceptos que se naturalizan y nos condicionan. Con razones y argumentos desmenuzó la falacia de la meritocracia, contrastó la militancia con la presencia en las redes sociales y analizó las paradojas del encierro en medio de la pandemia por coronavirus. Halperín invita a la reflexión y revaloriza el periodismo.
Nora Veiras