El Diario de Ana Frank constituye un conmovedor testimonio deltiempo de terror y persecución que vivió. La protagonista imagina que escribe a Kitty, una amiga hipotética, para contarle las peripecias de su vida, hasta que la Gestapo descubrió la dependencia secreta en la que vivía la familia Frank (compuesta por los padres, Ana y su hermana mayor, Margot), la familia Van Daan (la madre, el padre y su hijo Peter) y el dentista Dusse. Ana cuenta la vida en aquellos pocos metros cuadrados del refugio en que la convivencia de ocho personas, arrancadas de la vida normal, planteaba tantos y tan delicados problemas, y narra el desarrollo de la existencia cotidiana con sencillez, fuerza y verdad. Alejada de sus coetáneos y de los intereses que sonreían a su exuberante juventud, pero también, aunque a la fuerza, de la barbarie del momento, la autora-protagonista mira y juzga las cosas con un candor que subyuga.