Fiorini practica un tipo de pensamiento cercano a la filosofía perenne: un pensamiento como proceso, a la vez metafísico, psicoanalítico y ético. Nos ha enseñado un método, que no sólo a través de la palabra intenta hallar un latente escondido, sino que es necesario también expresarlo, creando novedades, en un vínculo abierto entre dos o más sujetos que, a la vez, los construye a ellos como personas. Este libro es la narración de un recorrido vital, la de un maestro en diálogo, en círculo, acompañado de aquellos que tanto han aprendido de él, sobre todo a amistar el psicoanálisis y la vida.