Tabaré Vázquez es la figura más singular y relevante que ha dado la política uruguaya de los últimos años. Su personalidad se destaca, además, porque su vida fuera de la política resulta llamativa. Hijo de trabajadores, habitante de La Teja (el barrio más populoso y mítico de la capital oriental), se recibió de médico a fuerza de obstinación y talento y, tras años de especialización y capacitación en el exterior, logró convertirse en un oncólogo reconocido internacionalmente. Ha sido, además, presidente de dos clubes "de barrio", Arbolito y Progreso, que ganaron con su gestión relevancia y títulos deportivos impensados. Fue también el primer intendente electo por la izquierda en Montevideo, y desde 2004 presidente del Uruguay. Carlos Liscano, reconocido periodista del semanario Brecha, desarrolló una serie de largas entrevistas con el doctor Vázquez -cuando era candidato a la presidencia- en busca no sólo del político sino, sobre todo, del hombre. "Quiero saber, cuando está solo, en la noche, a punto de dormirse, o en la mañana frente al espejo, mano a mano con su alma, ¿qué se dice a sí mismo?, ¿por qué quiere ser presidente?". El libro es un testimonio que siente a Tabaré Vázquez como el nombre de una esperanza.