Esta antología recupera una serie de cuantos argentinos publicados durante las primera cuatro décadas del siglo XX. Varios de los relatos se conocieron originalmente a través de diversas publicaciones que contribuyeron a constituir la profesionalización del escritor: la celebre Caras y Caretas o el diario Critica, por mencionar algunas de las mas relevantes. La fuerte presencia de la literatura regionalista-costumbrista obedece a la dimensión que adquirió en ese periodo la obra de autores como Fray Mocho, Roberto J. Payro, Ricardo Güilardes o Juan Carlos Davalos. Ellos no proponen el encuentro critico con las figuras del político o del policía, una exaltación de la vocación artística del gaucho, y la reelaboración humorística de uno de los casos del zorro, famosa leyenda del noroeste argentino. Leonidas Barletta nos ofrece una doliente estampa ciudadana de la clase obrera, el típico estilo de los escritores de Boedo. En tanto que Borges nos deleita con una de sus biografías apócrifas, dominadas por el humor y la parodia. El desconcierto y el disparate llegan, finalmente, de la mano de Macedonio, símbolo de la irreverencia, genio inspirador de losjóvenes escritores de vanguardia.