su compra


0 libro(s) - AR$0.00 Euros Dólares US
0 libro(s) - U$S0.00 Euros Pesos
0 libro(s) - €0.00 Pesos Dólares US
Usuario: Clave:
Registrarse
Facebook Twitter jueves 09 de mayo del 2024 09-05-2024
Tapa del libro Bienvenidos a esta vida de mierda -Un panfleto antinatalista-

Bienvenidos a esta vida de mierda -Un panfleto antinatalista-

Ver Biografía

Consultar Consultar

Autor: Castro Merino, Miguel Ángel

Origen: -

Editorial: Punto Didot

ISBN: 978-84-19768-82-7

Origen: -

$ 28144.66 Icono bolsa

28.14 U$S 31.27

¿Debemos reprimir nuestro odio contra la imposición de vivir una vida que nos tiraniza, aunque escapemos de la condena del trabajo unos días a las Seychelles? Nosotros, los desadaptados, ¿no necesitaremos terapias de readaptación para lanzar un gran sí a la vida? ¿No estaremos enfermos por no ver lo bello de una vida en la que se desangran niños en las guerras? Comenzamos aceptando el dolor que nos produce una heridita en la mano y poco a poco nos vamos haciendo resilientes a una existencia atroz. Los mecanismos de defensa de Freud parecen funcionar de tal modo que inconscientemente nos hacen tragar con todo. Así, el mecanismo de sublimación nos conmina a ennoblecer hasta lo más vil; el de negación nos lleva a ser ciegos al sufrimiento de los millones de perversidades diarias; el de racionalización nos provee de argumentos estoicos consoladores, estúpidos, para defendernos de los frecuentes agravios. En suma, nos acostumbramos a lo que nos echen. El movimiento antinatalista ha irrumpido con fuerza para, al menos, generar un severo debate ante la procreación que se da como natural. La impiedad ante los dogmas es vista como una extravagancia, pero es la única actitud que nos permite debatir sobre el valor de nacer, incuestionable para la gran mayoría.En cualquier caso, no se puede pretender fomentar la vida fi losófi ca y, luego, refrenarla mediante la implantación administrada de la docilidad y de la sumisión. Mientras estamos vivos, estamos muy vivos y no nos queda otra. Ahora bien, meter en problemas letales a quienes no han nacido, ¿no es el mayor error?