Aunque no fueran los ilustrados los primeros consumidores de este tipo de obras, en el siglo XVIII se siguen leyendo y reeditando colecciones de cuentos tradicionales o tradicionalizados, recogidos por escrito, y cuentos literarios o novelas cortas en la línea de las cervantinas.(*CR*)El propósito de esta antología del cuento en el siglo XVIII español es recoger tanto aquellos cuentos más fieles al canon antiguo, ligado al origen oral del género, y por tanto más breves, como aquellos otros cuentos novelados y más largos. Siempre desde el ámbito literario, pues su supervivencia en el XVIII y su interés son los de la tradición escrita, bien con un fin didáctico, bien con un fin deleitoso.