Con cada nueva entrega, el ingenio de Maitena se vuelve más crítico con la sociedad que nos rodea y con el rol social del hombre y de la mujer del siglo XXI: si la revolución francesa nos convirtió de súbditos en ciudadanos, la globalización nos ha etiquetado de compradores. Existimos en la medida en que compramos, e incluso nuestras relaciones más íntimas se guían por el afán de consumir. Gastamos amor, amistad y dinero con desenvoltura, seguros de que mañana habrá más, y el humor corrosivo de Maitena se encarga de recordárnoslo, aunque sea con una sonrisa en los labios.