¿Cómo pudiste matar a tu propia madre, Roland? Eso se preguntan todos en Gilead, incluso su padre. Y tú sabes la respuesta: por Marten Broadcloack y uno de esos malditos pomelos. Mientras te pudres en la cárcel, John Farson planea hacerse con la baronía, el hogar y los Pistoleros. Gilead caerá, seguro. Y caerá herida por mil cortes. Quizá todo empezó con tu madre, sí, pero no termina aquí. La crítica ha dicho... «Un mundo repleto de fantasía y tecnología a partes iguales, donde mutantes, aguerridos hombres y niños pueden compartir mesa en un típico salón de película de vaqueros, que no está tan alejado de nuestra realidad como parece a simple vista.» Zonanegativa.com