La solidaridad y la alegría son vistas como aspectos claves en el desarrollo de una comunidad. Sin embargo, cada vez es menos su expresión en la actualidad. La vida en el barrio de La Victoria tiene una fuente inagotable de vivencias que forjarían el carácter sano y alegre de una sociedad.La vida misma en sus calles es un modelo de cómo valorar al vecino, de cómo las familias se integran ya sea por las ideas, por la pasión por el fútbol y el vóley, por el buen comer o simplemente el compartir gratas conversaciones en la esquina del barrio.Este libro, a través de sus anécdotas y experiencias autobiográficas, nos muestra una etapa crítica en la historia peruana, pero cómo el barrio de La Victoria no cayó en el pesimismo ni en el fracaso en base al optimismo, a ver el lado bueno de la vida, que todo se puede enfrentar si actuamos en bien de la familia y del Perú.