"No puedo pensar como un hombre, tiendo a pensar como un Dios, como eseDios a quien no conozco..." en un texto de poesía, filosofía y erotismo, Dalmiro Sánchez y Laura Elizalde, autores de El depredador. Ptolomeo II de Egipto, dan nueva vida a Herodes el Grande, el rey de Judea, un hombre sobre el que tanto se ha escrito y sobre el que tan poco se sabe. Un judío de antepasados árabes que primero lucha contra los romanos pero que, tras la derrota y muerte de su amigo Marco Antonio, celebra el triunfo de Octavio y se convierte en principal aliado de Roma. La pregunta por su verdadera identidad pauta y a la vez enriquece esta historia. La belleza, la perfección, la crueldad, la amistad, la memoria, el amor y; por supuesto, la muerte, motivan el pensamiento y la conducta de Herodes, tanto como el afán por la construcción de Cesárea o la defensa de su pueblo de su pueblo continuamente acosado. Por ultimo, su participación en las saturnalitas romanas provoca un misterioso encuentro con Livia, la esposa de Octavio, que imprime un giro inesperado en la concepción tradicional sobre el origen de Mesías. "Ese único dios de tu pueblo judío creo aquello que nuestros dioses grecorromanos jamás libraron. Tu Dios invento el pecado. Sin pecado no serianecesario ese Mesías que tu pueblo espera..."