Héroe rebelde del expresionismo abstracto, Jackson Pollock (1912-1956) iluminó a lo largo de su vida el panorama artístico de Estados Unidos cual pirotécnico. Canalizando ideas de fuentes tan dispares como Picasso y el surrealismo mexicano, rechazó las convenciones existentes en aras de concebir un modo personal de mirar, interpretar y expresarse.