En algún momento, la crianza de los hijos dejó de ser un asunto fácil, un conjunto de habilidades que se suponía común a cualquier mujer y comenzó a convertirse en una cuestión compleja: una cuestión que ponía en juego conocimientos, aptitudes y, sobre todo, una particular conciencia de su complejidad. Se desarrolló una serie de pedagogías maternales, que son, también, tecnologías de género muy poderosas para representar y producir modos de ser y de hacer, procesos y productos que construyen la subjetividad femenina.
En esta obra pionera y original, la autora muestra cómo las diversas pedagogías de la maternidad comparten un rasgo: establecen, de unos u otros modos, la diferencia entre lo apropiado y lo inapropiado, lo debido y lo indebido, de modo tal de designar, no siempre sobre sólidas bases de conocimiento, el conjunto de situaciones que ubican a las mujeres y a sus prácticas maternales del lado de lo incorrecto. Así, al definir la categoría de las "maternidades inapropiadas", la autora muestra también el modo en que diversas circunstancias, factores o características han contribuido históricamente a definir como problemática aquella maternidad que no responde a las normativas hegemónicas. El análisis de los distintos dispositivos aplicados para establecer el límite entre unas y otras maternidades permite calibrar la dimensión que tienen las tecnologías de género en la producción de subjetividad.