Sorman considera que desde la caída de la URSS y la liberalización de Internet en 1995 sólo existe una economía, el capitalismo de mercado, la economía liberal triunfante que muchos aún deploran pero que nadie puede negar. Rescata los valores de la verdadera ciencia económica, que enseña que para progresar no es indispensable tener recursos naturales (Chile y Japón son ejemplos), no hay civilizaciones ineptas para el desarrollo (India y China son ejemplos, Brasil a la cabeza de ellos con un lider de izquierda, Lula, que es el mejor garante de la economía de mercado) ni siquiera es indispensable vivir en democracia para crecer (aunque en la anarquía no exista ninguna posibilidad de desarrollo). Lo único que importa son las buenas decisiones en materia de política económica, y esto se comprueba cada día en cada país del mundo. La Argentina es un país ejemplo de muchos postulados de Sorman, que ha estudiado de cerca el caso argentino bajo las últimas administraciones y es un asiduo visitante de nuestro país.