Tres amigos sobreviven en un departamento al marrón del cielo que devora el mundo, la niebla gris se espesa como la espuma: dentro zurcan los vampiros sedientos de poder. En otra parte, un hombre se resguarda en un búnker ante el inminente apocalipsis, lo acompaña la mujer y sus hijos. Una mujer desconoce esto: el trabajo, el acoso del jefe, el rol de madre cariñosa mientras llora por dentro. El suspenso de esta antología se cuela entre los monstruos esparcidos en cada uno de sus relatos. La crueldad acecha a los protagonistas, no los deja en paz, se presenta bajo la piel de la locura, que no siempre vive en la mente perturbada de sus antagonistas.