950Ptolomeo II Filadelfo, hijo de un general de Alejandro Magno, coronado rey de Egipto hacia 280 a. C., fue un incansable hacedor de obras de belleza y de muerte. En esta novela es Ptolomeo II el que habla; conoceremos la intimidad de sus pensamientos gracias al riguroso trabajo de escriba e interprete de si mismo que ejercita dentro de los muros de la mítica biblioteca de Alejandría. Por su memoria cruzan las escenas mas disímiles de su vida: las heridas en el cuerpo embalsamado de su padre, la geometría del gran Euclides puesta al servicio de un combate, la fidelidad de sus soldados, el perfecto triangulo que forma con su hermana de sangre -convertida en amante- y su primera esposa, Arsínoe. Pero si la acción lo estimula al extremo de sentirse dueño de la vida y la muerte de sus congeniares, la meditación tampoco le es ajena. El poder, la guerra, la libertad, el amor, la lealtad y el sexo son materia de sus reflexiones. Evoca a Sócrates y Aristóteles y dialoga con los sabios y poetas de su tiempo. Como el poeta Adriano de Marguerite Yourcenar, este Ptolomeo condensa en su transito por la Historia de las mas arraigadas -y por lo tanto actuales- pulsiones antológicas, estéticas, afectivas y heroicas. La magistral reconstrucción histórico-literaria del legado personal de Ptolomeo IIconvierte a El depredador en un tratado sobre el poder y la belleza.