Hope Anderson se encuentra en la encrucijada de su vida. A sus treinta y seis años mantiene una relación amorosa con un cirujano desde hace casi seis años. Sin planes de boda a la vista, a su padre le han diagnosticado ELA, por lo que Hope decide pasar una semana en Sunset Beach, Carolina del Norte, donde, además de poner en venta la casa familiar, tendrá que tomar las decisiones más importantes sobre su futuro. Tru Walls nunca había visitado Carolina del Norte, hasta que recibe una carta firmada por un hombre que afirma ser su padre, un guía de safaris nacido y criado en Zimbabwe, que lo cita en Sunset Beach. Tru espera poder resolver algunos de los misterios alrededor de su madre y recuperar los recuerdos perdidos con su muerte. Cuando los dos desconocidos se cruzan, la conexión que nace entre ellos es muy poderosa. Y los maravillosos días que siguen a su encuentro y los sentimientos que experimentan los llevarán a tener que enfrentar el deber familiar y la felicidad personal.