En el año 1973 un señor llamado Richard Bachman utilizó una máquina Olivetti para escribir Blaze. Justo después le entregó esta máquina a Stephen King, que escribió Carrie con ella. Bachman murió en 1985 (de un cáncer de seudónimo), pero hacia el final de 2006 King encontró el manuscrito original de Blaze entre los papeles que había donado a la biblioteca Folger de la Universidad de Maine (¿cómo había llegado hasta allí?) y decidió que, después de una ligera revisión, se podría publicar. Blaze es la historia de Clayton Blaisdell Junior y de los crímenes cometidos por él y contra él, incluido el último de su vida: el secuestro de un bebé heredero de una gran fortuna. Desde su infancia, cuando su padre lo tiró por las escaleras, Blaze ha sido mentalmente limitado. De adolescente se escapó de un orfanato horrendo para juntarse con su amigo George, delincuente experimentado que cree que lo sabe todo. Pero George muere y Blaze se encuentra totalmente solo, aunque siente que el espíritu de su amigo lo acompaña siempre. Blaze es uno de los delincuentes más simpáticos de toda la historia y la novela, basada en un tema tan clásico, sorprende por su fuerza y su sentido trágico.