Sherlock Holmes, de 34 años, languidece y ha vuelto a la cocaína tras una desastrosa investigación sobre Jack el Destripador.
Watson no logra consolar ni reanimar a su amigo, hasta que llega de París una carta codificada de modo extraño. Esta última aventura, al estilo de sir Arthur Conan Doyle, manda al icónico dúo desde Londres hasta París y de ahí a los páramos helados de Lancashire en un caso que pone a prueba la amistad de Watson y la fragilidad y el talento de la naturaleza artística de Sherlock Holmes.