"Armar esta enciclopedia de tipos de varones nos salva de conque son todos iguales", dice Sandra Russo en alguno de estos textos escritos con absoluta libertad en estilo, un poco de memoria, una pizca de verdad y una buena dosis de licencia ficción al. Mientras retrata con maestría los ejemplares mas dispares de hombres que toda mujer puede encontrar, desliza reflexiones punzantes, juicios contundentes y remates desopilantes. Presenta interesantes teorías alternativas a la de la consabida envidia del pene propagada por Freud y le guiña un ojo a la hipótesis de que todos los hombres necesitan, en el fondo, una madre, e intentan buscarla por los caminos más contradictorios. No hay un miligramo de objetividad en estas observaciones, pero si, para alivio de todos, mucho sentido del humor. Escribiendo desde una postura "ligeramente intolerante pero claramente compasiva", la autora logra que podamos permitirnos mas de una sonrisa a pesar de que las cosas, muchas veces, nos sigan saliendo mal. Por eso, al detenernos en las características del casado, del dudoso gusto, del hipocondríaco o del petardo -por nombrar solo algunos- también podremos entrever ciertos aspectos de la condición femenina en esta época de mujeres liberadas y hombres sensibles. Un libro para reír a carcajadas- y llorar a viva voz- , solas o con amigas.