El Zorro vende bluyines, Al Zorro lo nombran juez, El Manual del Buen Corrupto, El Zorro tiene hambre, La política del Zorro...; reactualizados sus antagonistas, reactualizadas sus picardías, así van desfilando estas viejas historias de Juan el Zorro; sacado del ámbito campero exclusivo por donde se lo sabía ver, el Zorro, adaptado hoy a los nuevos tiempos -aggiornado sería la palabreja-, anda multiplicado por todos lados; pululan los zorros. Estos cuentos vienen de lejos, hace siglos que se los cuenta: siempre iguales y siempre diferentes fueron pasando de boca en boca y hasta de continente en continente. Son narraciones populares de astucia y artimaña, de pícaros y burladores, a las que cada narrador agrega o quita algo según su habilidad y antojo. Bueno, conforme a esta licencia de la oralidad, Horacio Clemente las ha reunido y las ha puesto al día en este libro -para chicos y zorros-, dando nueva vida a este personaje taimado y socarrón, escondedor y mentiroso, que debe enfrentar aquí los peligros de este mundo globalizado. Y los dibujos de Tabaré, por su parte, también arriman lo suyo a la propuesta.