La ciudad no le sienta bien a Geoff. En Chicago el joven casi no ve la luz del día. De salida en salido, de hombre en hombre, deambula sin rumbo y sin propósito. Pero una noticia lamentable lo obliga a reaccionar: su padre ha muerto y debe regresar a la granja familiar. Lo que no sabe es que allí el destino prepara una de sus famosas cartas, porque conocerá el tímido Elijah, un muchacho amish que decidió pasar un año fuera de su comunidad. La atracción es mutua pero los dos tienen miedo, uno por inexperto y el otro por no saber si será correspondido. Afortunadamente, dejarán atrás esos temores para vivir una pasión irrefrenable. La granja de Geoff, que muchos lectores ya conocen, se consolida en esta novela de Andrew Gray como un refugio para los enamorados.