Es agradable pasear al atardecer por los alrededores de la catedral. Poco a poco, el sol se pone y el tiempo parece ralentizarse. La ciudad entonces se envuelve en oro, mientras los colores del atardecer se reflejan despacio en los edificios. Es un momento de belleza, un momento de paz. El cielo, hasta entonces de un azul profundo e intenso, comienza a oscurecerse, mientras las primeras estrellas titilantes comienzan a decorarlo con mimo y cariño. Los colores, antes vivos y brillantes, dan paso al blanco y negro.De esta misma manera, os invitamos a un maravilloso recorrido por la catedral de Valencia. 101 misterios, 101 historias, 101 vidas un viaje en blanco y negro con su propio significado. Un viaje en blanco y negro que, como una experiencia iniciática, nos acerca a personas, lugares, hechos y gestas que, de otro modo, no se podrían apreciar, capturando momentos en el tiempo, reviviendo recuerdos y recuperando del olvido muchos pasajes de la memoria de nuestra querida catedral una maravilla que solo entendemos en blanco y negro.